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La crisis causada por el coronavirus COVID-19 ha puesto en valor la importancia del teletrabajo y la digitalización. Esto conlleva, sin duda, un singular descenso del volumen de impresiones en papel realizadas por nuestros clientes así como en la comercialización de equipos láser y tinta profesionales, tendencia que ya se venía produciendo en los últimos años. Esta progresión a la baja se refuerza con los cada vez más reducidos costes unitarios de las copias que disminuyen drásticamente el volumen de facturación. Una realidad que difícilmente se compensa con la comercialización de soluciones de gestión documental.
Sin embargo, si en estos días ha habido un sector que ha salido fuertemente reforzado de la crisis, éste ha sido el sector de la impresión 3D. La carestía de ciertos elementos protectores ha puesto en valor las posibilidades de la impresión 3D no solo como elemento de prototipado, sino como máquinas de producción. Mientras que en otros sectores el parón ha sido evidente, en el sector de la impresión 3D se está produciendo un incremento tanto de su uso como de la facturación y, lo que es más importante, se ha generado un impacto mediático fundamental para el crecimiento del negocio. Las medidas económicas europeas y nacionales se encaminan a apuntalar el I+D y la reindustrialización del continente. En este sentido la impresión 3D puede jugar un papel fundamental tras el eco conseguido como medio de producción durante la crisis sanitaria. Durante el estado de alarma el interés de esta tecnología en las empresas ha subido de forma exponencial.
La incorporación a este negocio no se puede realizar de cualquier manera. Como en cualquier línea de negocio nueva, es precisa una formación técnico-comercial previa. A los clientes no hay que preguntarles si quieren una impresora 3D, a los clientes hay que ofrecerles un equipo que va a solucionar problemas y carencias que tienen actualmente y para las que piensan que no hay solución, “porque se ha trabajado así siempre”. Por ese motivo, una prospección de mercado sólo tendrá éxito si se conocen las posibilidades, limitaciones y aplicaciones de los equipos.
Con esta filosofía nació hace cinco años el Canal Oficial de IT3D. Un programa específicamente diseñado para el Canal de Distribución. Un programa en el que el Distribuidor decide su nivel de compromiso y, como consecuencia, su nivel de margen comercial. Un programa único en el sector en el que la formación, el seguimiento y el apoyo están en la primera línea de actuación.
Si su empresa estuviera interesada en incorporar la impresión 3D a su negocio y desea comenzar de la mano del único programa integral del sector, no dude en contactar con nosotros.